Cuando llegan las vacaciones de verano, los que tenemos mascota tenemos que darle mil vueltas al asunto para planearlas. Existen varias opciones, pero no todos contamos con cada una de ellas, porque casi siempre hay alguna pega.
Personalmente, mi mayor preocupación es que mi perro vaya a estar bien, atendido y acompañado. Es por ello por lo que para mí, la mejor opción (y, en principio, la más evidente) es dejarlo con alguien conocido, pero cuando se trata de un perro de treinta kilos no hay mucha gente que esté dispuesta a acogerlo, y en caso de que sí, no por muchos días. Aquí también podemos barajar la opción de contratar a paseadores de perros, que, por un precio oscilante entre los cinco y los diez euros por paseo, acuden a la vivienda donde esté para sacarlo durante una hora o media. De esta forma, quien se queda con él en casa sólo tendrá que estar a la hora a la que el paseador recoge y devuelve al perro.
Otra posibilidad es dejarlo en una residencia de animales. Es ciertamente común que suponga una mala experiencia para la mascota, pues se siente sola y pasa la mayor parte del tiempo encerrada. Para mí es la última opción.
Y, finalmente, podemos estudiar la alternativa de planear las vacaciones junto al animal, algo por lo que muchos optaríamos siempre, pero las trabas son muchas la mayor parte de las veces.
Andalucía, después de Cataluña, es la comunidad autónoma que más anuncios tiene de alojamientos en los que se le permite al turista ir acompañado de su mascota, teniendo a la cabeza las provincias de Málaga y Granada. Pero, ¿es del todo verdad? ¿no hay trampa?
Por desgracia, la letra pequeña contiene requisitos que muchos animales no reúnen. Son muchos los hoteles en los que dicen admitir mascotas, pero después ves que sólo permiten el paso a las que pesen menos de quince kilos. Aunque, en Cádiz, la gran mayoría de los alojamientos en los que se permiten animales no tienen este impedimento. La cuestión está en que son muy pocos los que dejan al turista viajar acompañado de un animal, y, siendo así, resulta difícil muchas veces conseguir habitación, pues se acaban en poco tiempo.
Y todo esto partiendo de la base de que hay que desplazarse en coche. El viajar en avión con tu mascota, además de sufrir el animal, el bolsillo también sufre bastante. Viajar en tren se hace imposible a menos de que tengas un Yorkshire. Y viajar en taxi se convierte directamente en una quimera.
Como habéis podido deducir, España es uno de los países menos avanzados en este tema (y en otros tantos…).
Imagen extraída de http://razasdeperros-nando.blogspot.com.es/2011/05/viajar-con-mascota.html
Carmen Capote @CarmelaCapote1 .
El Rincón de la Manada 