La Mantilla

Debido a la cercanía que estamos de la Semana Santa hablare de una de las prendas que se suele usar el Jueves y Viernes Santo, “La Mantilla”.

Su origen es incierto aunque se intuye que proviene de la cultura ibérica, siendo utilizada por las mujeres para abrigarse o a modo de accesorio. Sin embargo, su influencia principalmente la ha tenido en las religiones llamadas abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam.

La mantilla al principio era utilizada por el “pueblo” como abrigo, pero más tarde en el S. XVII se empezó a utilizar con encajes pasando a ser un accesorio de belleza. En el S. XVIII la reina Isabel II demostró una gran preferencia por dicha prenda, a consecuencia de su uso habitual por diademas y tocados. De este modo, la alta aristocracia entre ellas las cortesanas más cercanas a la reina empezaron a utilizarla dándole así un aire de elegancia y distinción.

Tras la muerte de la reina su popularidad se vio terminada quedando solo arraigada en el centro y sur de la península. Además a finales del s. XIX y XX la mantilla pasa a utilizarse como podemos ver en la actualidad para eventos especiales como bodas o actos religiosos o de toros.

En la Semana Santa, las mujeres que se visten con “Mantilla”, llevan un vestido negro sencillo hasta la rodilla, con unos zapatos de salón negros, medias negras y una mantilla generalmente de encaje sujetada por una peineta, que suele ser de carey, y un alfiler. Esta mantilla tiene que ser igual o más larga por detrás que el vestido, y de color negra.

De este modo, podemos ver que una prenda utilizada sin ninguna importancia, ha terminado siendo exclusivamente para situaciones muy concretas.

María Lantero Tornos @merylantero.

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